COVID-19 › Transformando el Mundo de la Moda
› Actualizado: 14 de may de 2020
Por: Anastasia Tiniakova
La Pandemia ha afectado muchos aspectos de nuestras vidas, desde la exposición que podemos tener al mundo exterior, la manera de la cual llevamos a cabo nuestros negocios y trabajo, nuestras rutinas diarias, hasta nuestra forma de vestir.
Desde años anteriores se han proyectado tendencias de moda en las cuales “la comodidad” se convertía en un eje cardinal de nuestras decisiones de vestir. Sin embargo, esta tendencia se esperaba a ser dominante durante el año 2021. Poco sabían todas las agencias de proyecciones de moda que el COVID-19 llegaría a debutar en el 2020. Con la llegada de esta pandemia nos hemos visto obligados a abandonar toda aquella ropa que vestíamos del diario y mudarnos a utilizar de ese cajón de ropa relajada para los domingos. Seamos sinceros, a quien no le ha pasado por la mente el hecho de que realmente tienen muy poca ropa cómoda.
Es verdad, durante años hemos acumulado prendas con usos específicos, ya sea para el trabajo, salidas casuales, eventos especiales etc. No obstante, nadie tenía una categoría de ropa destinada específicamente para el uso durante una pandemia. Por lo tanto, los pijamas y nuestra ropa deportiva se han convertido en el COVID-Look. Seamos realistas, no hay necesidad de vestir con nuestro mejor atuendo si al único que tal vez lograríamos impresionar es al vecino, cual probablemente nos ha visto en pijama toda la semana.
Mas allá del hecho que hemos descuidado de nuestro arreglo personal, la manera de la cual nos hemos vestido durante estos días de cuarentena se reflejará en futuras tendencias de moda. La ropa comenzará a adaptar siluetas mas sueltas, en textiles mas amigables al cuerpo y en tonalidades neutras. En cuanto a accesorios y estampados, veremos un resurgimiento de materiales naturales tales como la madera y los metales junto con diseños geométricos/abstractos. La naturaleza se convertirá en una fuente de inspiración, ya que en estos momentos de distanciamiento social hemos reconectado con el medio ambiente. Habrá un mayor énfasis en la sustentabilidad y prácticas éticas de las diferentes empresas de moda, desde pequeñas boutiques hasta gigantes de la industria como H&M y Zara. Como siempre he dicho, no hay bien que por mal no venga. Es por ello que los consumidores empezarán a buscar aquellos productos que les proporcionen bienestar físico y emocional.
Si tu eres de aquellas que no pasa ni un solo día sin usar tacones, te invito a que te comiences a acostumbrar a las plataformas. Calzado tal como los stilettos, pumps y otros tacones altos dejaran de tener popularidad. La gente optara por invertir en calzado práctico, versátil y mas que nada cómodo. El maquillaje se convertirá a ser más natural aumentando la importancia del cuidado del cutis. El algodón y la viscosa serán las telas predominantes del momento. Los acabados rústicos como los bordados y el embellecimiento de las prendas con parches, se convertirán en el próximo auge de la moda.
Pero que es de una hipótesis sin una antítesis. Tal como hemos mencionado la vestimenta tenderá a adaptarse a un estilo de vida más relajado. Sin embargo, existe la posibilidad de que tras finalizar la epidemia la gente busque liberarse de ese sentido de sedimentarismo y se adentre a explorar nuevas y creativas formas de arreglo, maximizando y exagerando las previas formas de vestir para irrumpir con el distanciamiento social.
Recordemos que la moda es un reflejo del todo, desde la sociedad, la economía, ecología, movimientos políticos e historia.
Asesora Externa
Asesora de imagen, especialista en moda y tendencias.